viernes, 30 de mayo de 2014

El dilema de Giges.

Candaules, el rey de Lidia, cree firmemente que su mujer es la más hermosa y no duda en proclamarlo a todo el mundo. Un día, llega a tal extremo que le dice a su oficial Giges que la contemple desnuda para que vea que no miente. Aunque Giges cree que es una locura, Candaules se mantiene firme en su proposición y finalmente acepta y sigue su plan. Esa misma noche, Giges se esconde y puede contemplar a su señora despojándose de su ropa, pero esta acaba descubriéndolo. Como sabe que el plan ha sido de su marido prefiere actuar como si nada para vengarse de él.  Al día siguiente hace llamar a Giges, que no sospecha absolutamente de nada, y le propone dos opciones: o matar a Candaules, quedarse con ella y ejercer de rey o morir él en el acto. Ante esto, después de intentar persuadirla, decidió conservar la vida.



Podemos apreciar dos dilemas:

- El que primero se le presenta, que sería el de ir o no ir esa noche a verla desnuda, en el que finalmente Giges decide ir por no desobedecer a su amo.

- Y el principal, que sería el que propone ella de matar a Candaules y hacerse con todo o morir él, en el que Giges decide matarlo.

En el primer dilema, aunque Giges podría haberse negado porque realmente no estaba coartado, la culpa es de Candaules, que no pudo aguantar su orgullo. De hecho, lo primero que piensa su mujer no es en que Giges la haya deshonrado, sino que ha sido su marido.

En el segundo, aunque matar no debería considerarse nunca una opción puesto que la vida es un derecho que tenemos todos, era o matarle o morir él, que al fin y al cabo iba a morir por algo que no quería hacer y sabía que estaba mal. Por otra parte, Giges podría haber desobedecido a Candaules y no lo hizo, pero una vez en esta situación es o tu vida o la de otro que ha obrado peor que tú. Y su mujer realmente quería venganza porque el que la había traicionado era su marido dejando que la viese así.


Por: Irene Torres.

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